Anillos planetarios


El 10 de Marzo de 1977 un grupo de astrónomos emplearon el observatorio aéreo Kuiper para observar la ocultación de la estrella SAO158687 por Urano. El observatorio Kuiper consiste en un telescopio de 0.9 metros de diámetro montado en un avión C-141 y diseñado para observar en pleno vuelo. Al alcanzar alturas de vuelo de 10,000 metros sobre el nivel del mar, el Kuiper es capaz de estudiar luz infrarroja en mejores condiciones que cualquier observatorio terrestre y con un costo mucho menor al de cualquier telescopio espacial. Esta era la primera ocasión en que se estudiaría como Urano oculta una estrella y se obtendría información única acerca de la temperatura de su atmósfera así como de su diámetro preciso. Poco antés del momento de la ocultación observaron que la luz de la estrella fué momentaneamente absorbida varias veces, repitiendose estas absorciones en sentido inverso después de la ocultación. Al principio la tripulación de astrónomos no supo como interpretar lo que habían observado: de ninguna manera esperaban descubrir que Urano está rodeado por varios oscuros y delgados anillos.

Trescientos cincuenta años antes, Galileo no había podido desenmarañar el misterioso aspecto de Saturno. Limitado por la poca resolución de su histórico telescopio, concluyó que Saturno era un planeta triple. Mas de medio siglo después, el astrónomo holandés Christiaan Huygens, combinando una serie de observaciones cruciales de Titán, concluyó que Saturno está rodeado de un anillo sólido. Para esto observó cuidadosamente el movimiento de la luna Titán alrededor de Saturno y combinó sus observaciones con una teoría del movimiento de satélites alrededor de planetas. En 1675 Jean Dominique Cassini anunció el descubrimiento de una división en los anillos de Saturno, el único rasgo visible en que coincidirián los astrónomos por los próximos 300 años. Una vez establecido que los anillos eran muy delgados, tanto que desaparecen cuando están de canto, los científicos de la época pudieron concluir que los anillos no podían ser sólidos, como lo pensó Huygens, y debián ser líquidos o estar compuestos de inumerables pequeños objetos. Por otro lado, en 1787 el ilustre Pierre Simon de Laplace, también demostró que los anillos no podián estar formados "de una sola pieza" y que debía tratarse en realidad de un gran número de anillos delgadísimos que a la distancia aparecián como uno solo. El problema de la naturaleza, y mas que nada la estabilidad de los anillos de Saturno llegó como cuestión de debate hasta la década de los setentas, cuando los astrónomos se preguntaban porqué solo Saturno tenía anillos y varios científicos aseguraban tener la explicación.

En 1979 la nave espacial Voyager 1 descubrió un delgado anillo alrededor de Júpiter. Aun cuando este hallazgo demostró que la existencia de anillos en los planetas mayores del sistema solar era mas común de lo sospechado tan solo tres años antes, quedó claro que no hay dos sistemas de anillos iguales: mientras que los miles de anillos de Saturno, la mayor parte de los cuales se agrupan en los cinco "anillos mayores" son espectacularmente brillantes, la decena de delgados anillos de Urano son de los objetos mas oscuros del sistema solar, reflejando alrededor del 2% de la luz incidente; finalmente el anillo de Júpiter es extremadamente delgado, dificil de percibir incluso para las naves Voyager. Aun con la evidencia de anillos alrededor de estos tres planetas, persistió la duda de si Neptuno, el mas lejano de los planetas mayores, tendría también anillos. Culminando un viaje de 12 años de descubrimientos, la nave {\em Voyager 2 mostró en 1989 que Neptuno posee anillos. Nuevamente, estos resultaron ser distintos a los observados en Saturno, Urano y Júpiter: Neptuno tiene cuatro anillos, dos gruesos y dos delgados, intercalados entre si. Estos están formados por pequeñas y muy oscuras partículas que en algunas partes se agrupan, desafiando nuestras creencias acerca de como deberian comportarse. Estudios de los anillos de Saturno, Urano y Neptuno han mostrado que muchos de los anillos mas delgados son acompañados frecuentemente de pequeños satélites que, al contribuir probablemente a su estabilidad, han sido denominados "lunas pastoras". Así, mientras que el anillo F de Saturno está bordeado por las lunas Pandora y Prometheus, Galatea y Despoina vigilan las partículas de los dos anillos mas delgados de Neptuno.

En un periodo de doce años, entre 1977 y 1989, nuestra concepción acerca de anillos planetarios fué modificada radicalmente. Mas que las observaciones desde la Tierra, las históricas naves Voyager nos han proporcionado una visión insospechada de cuatro sistemas de anillos, todos complejos y fascinantes. En la actualidad el telescopio espacial Hubble y la nave Galileo han continuado algunos de estos estudios. La misión Cassini-Huygens, programada para atravesar los anillos de Saturno en los primeros años del nuevo milenio, deberá darnos información directa acerca de las dimensiones y tipo de partículas que forman estos anillos, de quien a pesar de todo sigue, y seguirá siendo "el planeta de los anillos".


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 10 de Diciembre de 1996

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