La basura espacial


Hace poco mas de cuarenta años, cuando el Sputnik I se convirtió en el primer satélite artifical, no era facil preveer la creciente presencia de basura espacial. Hoy en día el espacio exterior en la vecindad de nuestro planeta está poblado por pequeñas partículas que constituyen un alto riesgo para el desarrollo de misiones espaciales existentes, la planeación de nuevas misiones y para los astronautas.

La basura espacial se origina principalmente en explosiones de satélites o partes de cohetes. El desprendimiento de las distintas etapas de un cohete, como en el caso de los históricos cohetes Saturno V que llevaron al hombre a la Luna, también ha sido una fuente común de desperdicio. Muchas veces las baterias de los satélites estallan accidentalmente; en otros casos satélites fuera de órbita ha sido destruidos intencionalmente para evitar su entrada a la Tierra. Existe una lista de 115 misiones que han terminado en la destrucción o fragmentación del satélite, nave o cohete, lista necesariamente incompleta por la restringida información acerca de satélites espias. Como sea, el primer registro "oficial" de la generación de basura espacial corresponde al desprendimiento de una etapa del cohete ABLESTAR que puso en órbita al satélite TRANSIT 4A, el 29 de junio de 1961. Tres años despues se dió la primera destrucción intencional de un satélite, el Kosmos 50, al no ser recobrado acorde a lo planeado por los soviéticos que lo pusieron en órbita. En muchas ocasiones, tanto soviéticos como norteamericanos hicieron pruebas haciendo explotar deliberadamente satélites en órbita. Eventualmente todas estas explosiones dieron lugar al problema actual de los desechos espaciales.

Aun antes de la llegada del hombre al espacio, la presencia de pequeñas partículas en el ambiente espacial habia sido reconocida como un peligro para las futuras incursiones en el espacio. Pequeños meteoritos, con dimensiones menores a un milímetro, pasan constantemente por la vecindad de la Tierra a velocidades de unos 20 kilómetros por segundo. Las partículas que forman la basura espacial difieren de estos meteoritos no solo en su composición química, sino también en su movimiento, ya que mientras que los meteoritos pasan cerca de la Tierra y posteriormente se alejan, la basura espacial permanece en órbita alrededor de nuestro planeta indefinidamente. Se estima que hay alrededor de dos mil toneladas de objetos creados por el hombre a menos de dos mil kilómetros de la Tierra. La mayor parte de esta masa corresponde a etapas usadas de cohetes, satélites que han dejado de funcionar y, en menor grado, satélites en operación. A la fecha se tienen catalogados casi ocho mil objetos bajo la categoría de basura espacial, algunos de ellos de tan solo diez centímetros. Sin embargo se sabe que la gran mayoria de los desechos espaciales son objetos aun mas pequeños. Las estimaciones recientes indican entre 30,000 y 100,000 objetos de tamaño mayor a un centímetro.

Los objetos que forman la basura espacial se mueven a velocidades de unos diez kilómetros por segundo. Sobra decir que a esta velocidad el impacto de un gramo de metal en un cuerpo humano resulta letal. Afortunadamente las actividades que involucran a astronautas expuestos directamente al ambiente espacial son pocas, de manera que la preocupación se centra en el daño que los desechos espaciales pueden ocasionar a misiones como la famosa estación espacial. Esta preocupación se acentua al tomar en cuenta que la cantidad de basura espacial sigue aumentando día a día. Incluso si un día se logra evitar el poner nuevos desechos en órbita, las colisiones entre desechos ya existentes resultara en un aumento en el número de partículas pequeñas. Aun no existe evidencia documentada de la falla de una nave espacial debido al impacto de desechos espaciales. Sin embargo, el 4 de julio de 1981, el satélite Kosmos 1275 se fragmentó en varios pedazos (generando mas basura espacial!) sin motivo aparente, siendo el impacto de algún desecho la causa mas probable de su destrucción. Estudios de impactos recibidos en algunos satélites, entre ellos el telescopio espacial Hubble, muestran que los desechos espaciales son mas peligrosos que los meteoritos en el espacio cercano a nuestro planeta, es decir a menos de dos mil kilómetros de distancia. Esta región está contenida en lo que son las órbitas terrestres bajas ("Low Earth Orbit").

Un primer paso hacia la solución del problema ha sido el monitoreo permanente de desechos, usando principalmente radiotelescopios. Algunas medidas prá cticas se han tomado también para evitar la generación de mas basura espacial. Una de las primeras fue hecha en 1982 por la NASA, al implementar un mayor control en sus combustibles con el fin de evitar en lo posible explosiones en el espacio. Otra medida es el enviar a órbitas mas altas satélites que han dejado de funcionar, para evitar su colision con otros satélites. Por otro lado, muchos cohetes lanzadores pueden ser diseñados hoy en día de manera que sus etapas se desprendan antes de alcanzar una órbita, cayendo en la Tierra sin generar basura espacial. Otras variaciones de este esquema involucran el principio de mantener la basura en la Tierra. El remover objetos grandes del ambiente espacial ha sido planteado, y de hecho el transbordador espacial ha demostrado que puede hacerse, pero en la práctica el costo parece ser demasiado alto. El problema de como deshacerse de los objetos pequeños, muchisimo mas numerosos, parece aun mas dificil de resolver. Como sea, todo indica que por lo pronto tendremos que aprender a guardar nuestra basura en nuestro planeta.


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Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 26 de mayo de 1998

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