La estrella de Belén


De acuerdo a la tradición cristiana, cuando Jesús nació en Belén, tres hombres sabios del Este llegaron a Jerusalem guiados por una estrella, la estrella de Belén. Ya hace varios siglos que algunos científicos, como Johannes Kepler alrededor de 1600, se plantearon la pregunta de qué evento astronómico pudo corresponder con la estrella de Belén. Se conocen algunos eventos interesantes ocurridos alrededor del nacimiento de Jesucristo y en la región del cielo apropiada.

Contrariamente a lo que uno esperaría, la fecha del nacimiento de Jesucristo no es conocida con absoluta precisión. El 25 de diciembre fue escogido por cristianos que empezaron a celebrar el nacimiento de Cristo unos 350 años después de que sucedió. La estimación del año del nacimiento de Jesús fue hecha por el monje romano Dionysius Exiguus en el siglo VI, quién se sabe que cometió por lo menos un error al omitir cuatro años del reinado de Octaviano. Hoy en día los expertos concuerdan en que Jesucristo nació entre los años -3 y -7, siendo la fecha mas probable el año -4. En forma simbólica los estudiosos del tema organizaron el simposio "Jesús 2000" en el año 1996.

Una segunda pista acerca de la estrella proviene del viaje de los Reyes Magos. Dado que llegaron del Este, la estrella de Belén debió verse en la dirección hacia la cual viajaron, es decir al Oeste. Otro indicio es que el viaje en caballo, elefante y camello desde lo que es hoy Iran hasta Jerusalem debió tomar uno o dos meses. Asi tenemos una idea de cuando sucedió el evento astronómico, en que región del cielo y cuanto debió durar. De los eventos propuestos por científicos de todas la épocas, los mas factibles tienen que ver con estrellas novas, cometas y conjunciones planetarias.

Las novas son estallidos que se dan en estrellas binarias donde una de las estrella es una enana blanca que captura gas de la otra estrella. Este gas es principalmente hidrógeno, el combustible que hace brillar a las estrellas. Cuando la enana blanca ha acumulado una cantidad importante de hidrógeno de su compañera este gas puede alcanzar las condiciones para "prenderse" en una fuerte reacción termonuclear que hace brillar al sistema como cientos de miles de soles por algunos meses. Si esto ocurre suficientemente cerca del Sol, digamos a mil años-luz, la estrella, originalmente muy débil para ser detectada a simple vista, se convierte en una de las mas brillantes de la noche. Se cree que los Chinos, particularmente interesados en la aparición de objetos nuevos en el cielo, registraron uno de estos eventos, visible por un par de meses, entre marzo y abril del año -5.

Una segunda posibilidad es la de un cometa, un objeto menor de nuestro sistema solar que entra en actividad al acercarse al Sol, desarrollando una prominente cauda. Este año tuvimos el encuentro con dos de estos objetos: el Hyakutake y el Hale-Bopp. Existe cierta especulación acerca de que lo que vieron los Chinos en -5 pudo haber sido un cometa, a pesar de que no hay registro de movimiento alguno con respecto a las estrellas del fondo, como sucede con los cometas, ni de una cauda. Aparte de este objeto visto por los Chinos, se tiene registro de dos cometas vistos en los años -5 y -4. Sin embargo ninguno de ellos fue tan brillante como la aparición del cometa Halley en el año -12, cuando alcanzó magnitud 1. Aun cuando se consideran como una posibilidad, tal vez no fueron suficientemente brillantes como para presagiar la llegada de Jesucristo. Por otro lado, sin que se trate de evidencia de peso, es curioso notar que en algunas ilustraciones populares y en nacimientos la estrella de Belén es representada con cauda.

La tercera opción es la de una conjunción planetaria, es decir el acercamiento máximo en el cielo de dos planetas. Aun cuando una conjunción puede ser notable, muy rara vez se acercan los planetas suficientemente como para parecer un solo objeto. La importancia de la conjunción viene de considerar que los Reyes Magos eran astrólogos (significado del término "mago" en aquel entonces) y estos atribuían especial significado a los eventos planetarios. En el año -7 se dieron tres conjunciones de Júpiter y Saturno (mas bien dicho una "conjunción triple") que, especulativamente, han sido identificadas con la partida de los Reyes Magos, su llegada a Jerusalem y una audiencia con el rey Herodes. En el año -3 se dió una conjunción entre Júpiter y Venus, evento mas brillante pero tal vez demasiado breve para ser considerado seriamente. Otro evento planetario de posible importancia fue el acercamiento en el mismo año de Júpiter a la estrella Regulus, asociada a reyes y situada en la constelación de Leo, a su vez identificada con el pueblo de Judea. Los estudiosos del tema consideran que este evento facilmente pudo ser considerado el presagio de la llegada del rey de los judios.

A la fecha no es posible probar que alguno de los eventos astronómicos mencionados haya sido o no la estrella de Belén. Cualquiera de ellos podría haber sido, pero para probarlo necesitariamos detalles mas precisos acerca de la estrella que guió a los Reyes Magos, como la fecha exacta, el brillo, aspecto y color. Como sea, la tradición dice que los Reyes Magos sabian que habría una señal en el cielo, la siguieron y llegaron al lugar del nacimiento, independientemente del origen físico que haya tenido la estrella de Belén.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 23 de diciembre de 1997

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