Betelgeuse, una supergigante roja cerca del final


Betelgeuse es la estrella mas brillante de la constelación de Orión, y una de las mas brillantes del cielo. Esta constelación es facilmente localizable en el cielo nocturno por la tres estrellas brillantes alineadas que forman el "cinturón" de Orión, el guerrero. Diez grados al suroeste del cinturón se halla Rigel, una estrella brillante de color azul, opuesta a Betelgeuse, la estrella roja situada diez grados al noreste del cinturón. De las diez estrellas mas brillantes del firmamente Betelgeuse es la mas roja, siendo su distintivo color perceptible al ojo humano. Desde hace tiempo sabemos que las constelaciones son agrupaciones fortuitas en el cielo que desaparecen al considerar las distancias de las estrellas. Aun así, no deja de ser curioso que junto a Orion, lugar de profuso nacimiento de estrellas, se encuentre Betelgeuse, una estrella cercana a su muerte.

Betelgeuse es en cierta forma una estrella joven y vieja a la vez. Se estima que nació hace unos diez millones de años, mucho después que el Sol, quien tiene cuatro mil quinientos millones de años de edad. Pero, al tratarse de una estrella de mucho mayor masa que el Sol, la vida de Betelgeuse es mucho mas corta, al punto que le quedan por delante menos de un millón de años, y tal vez tan sólo poco mas de mil.

Las estrellas pasan la mayor parte de su vida brillando al generar energía transformando en su centro hidrógeno en helio. La energía así generada sirve para mantener caliente el gas de la estrella y, por la presión asociada a la alta temperatura, compensar a la tendencia por contraerse debido a la fuerza de gravedad, es decir bajo su propio peso. El Sol se encuentra en esta fase de su vida y durará así otros cinco mil millones de años. En estrellas mas masivas, como Betelgeuse, el hidrógeno sólo permite mantener su mayor luminosidad unos diez millones de años. Cuando el hidrógeno se agota en el centro de la estrella, esta parte se contrae mientras que las capas externas de la estrella se expanden. La contracción del núcleo se detiene al alcanzar una temperatura de 170 millones de grados, permitendo que el helio sirva ahora como combustible al transmutarse en carbono. Se sabe que Betelgeuse ya vivó diez millones de años transformando hidrógeno en helio y que se halla en la segunda parte de su vida, transformando helio en carbono. Este proceso dura un millón de años aproximadamente.

Betelgeuse es lo que se conoce como una estrella supergigante roja. Sus dimensiones son tales que situada en el lugar del Sol tendría a Mercurio, Venus, la Tierra, Marte y a Júpiter en su interior. Su color rojo se debe a la baja temperatura de sus capas externas: tres mil grados, mientras que el Sol está a una cinco mil quinientos. Sin embargo, su parte externa tenue y fría esconde un núcleo pequeño, denso y extremadamente caliente, donde el helio es transformado en carbono. No sabemos que tanto helio le queda en reserva a Betelgeuse. Podría ser suficiente para un millón de años, cuando mucho. Al terminarse el helio, la estrella brilla otros mil años transformando carbono en neón; posteriormente emplea el neón como combustible durante siete años; después oxígeno durante un año, y finalmente, como último recurso, transforma silicón en hierro durante la última semana de su existencia. Cuando la estrella haya agotado todos sus recursos energéticos, explotará con el brillo de miles de millones de soles en uno de los eventos mas violentos del Universo: una supernova (Síntesis, 14 de enero 1997).

Qué sucederá cuando explote Betelgeuse? A una distancia de trescientos años-luz del Sol, Betelgeuse es una estrella relativamente cercana y su muerte como supernova será un evento espectacular. Se calcula que en la primera semana después de la explosión, su brillo en el cielo alcanzará una magnitud entre -12 y -14, mas brillante que cualquier supernova que se tenga registro histórico, e incluso mas brillante que la Luna llena. Posteriormente ira perdiendo brillo pero seguirá siendo mas brillante que cualquier estrella en el cielo, excepto el Sol, por lo menos durante seis meses. Aproximadamente un año después de la explosión Betelgeuse dejará de ser visible a simple vista. Probablemente quedará como resto de este estrella un poderoso pulsar que será por décadas o siglos la fuente de radio, rayos X y rayos gamma mas intensa del cielo.

En nuestra galaxia explota una supernova cada treinta años, aproximadamente, la mayoría de ellas cerca del centro de la Galaxia, donde no podemos verlas. La última explosión de este tipo fue en octubre de 1604 y todo nuestro conocimiento sobre este fenómeno se basa en supernovas observadas a millones de años-luz de distancia. Al imaginarnos que sucedería si una supergigante roja cercana explotara, podemos comprender porqué tantos científicos quisieran poder ver el espectacular final de Betelgeuse.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 28 de octubre de 1997

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