Las computadoras en la astronomía


La primera computadora digital, ENIAC, empezó a funcionar alrededor de 1945. En los cincuentas, la computadoras eran aparatos enormes formados por una infinidad de bulbos que generaban una gran cantidad de calor. Dado que su función es basicamente la de efectuar un número elevadísimo de cálculos en cuestión de segundos, se creyó que su uso sería exclusivamente de los científicos. Prácticamente nadie previó que se diera un mercado para las computadoras y hubo quién afirmó que bastaría con tener media docena en todo el mundo. Hoy en día, lejos de ser exclusividad de los científicos, la computadora es una herramienta fundamental para gran parte de la sociedad. Así por ejemplo, las computadoras facilitan la administración de negocios e instituciones, se emplean en el diseño de edificios y hacen recuentos electorales.

Sin embargo sería incorrecto pensar que las computadoras no han incidido tan profudamente en la ciencia como en las demas áreas de la sociedad. Tomando como ejemplo el caso de la astronomía, las computadoras juegan un papel importantísimo en muchos aspectos. El primer ejemplo que podemos mencionar es el control de instrumentos. Si bien en el siglo pasado los telescopios se movían mediante mecanismos de relojería, hoy en día la tarea de apuntar el telescopio a un astro y seguirlo mientras se mueve la bóveda celeste recae en una computadora. La luz que captamos de las estrellas, nebulosas y galaxias es detectada mediante dispositivos opto-electrónicos (conocidos como CCDs) cuyo funcionamiento es controlado por computadoras. Las imágenes obtenidas son grabadas en cintas o transmitidas mediantes redes de cómputo al lugar de trabajo del astrónomo, frecuentemente a miles de kilómetros del observatorio. De igual manera, datos de observatorios espaciales son distribuidos mediante redes de computadoras, como Internet.

En los institutos de investigación las imágenes astronómicas son procesadas y cuidadosamente analizadas con otras computadoras, normalmente con mayor velocidad y capacidad que las necesarias para controlar telescopios y grabar imágenes. El análisis de datos e imágenes frecuentemente requiere el estudiar centenares de ellas simultáneamente. Pero el uso de computadoras en el trabajo cotidiano de un astrónomo no se queda ahí: el correo electrónico es fundamental para tener una rápida comunicación que permite y agiliza colaboraciones internacionales y permite estar al tanto de los últimos hallazgos. Incluso la redacción de artículos de investigación y divulgación científica (como este) se hacen casi exclusivamente con computadoras. Una buena parte de las revistas de investigación tienen parte de su información en Internet, al punto que recientemente apareció una revista llamada "New Astronomy" que solo aparece en la red y no en forma impresa.

Hay muchos astrónomos que en vez de mirar estrellas mediante telescopios las estudian en la computadora. Computadoras mas potentes, como son la Silicon Graphics, las Cray y las Fujitsu, son empleadas para ver si podemos explicar los fenómenos que vemos mediante las leyes conocidas de la física. Mediante simulaciones númericas se estudian todo lo que vemos en el cielo: por ejemplo la generación de energía en el interior de las estrellas, los movimientos de las estrellas en las galaxias, las explosiones de las estrellas que vemos como supernovas, la colisión entre dos galaxias e incluso la formación del Universo. De hecho las computadoras nos permiten adelantarnos a los descubrimientos y estudiar eventos que no han sido observados, prediciendo como deben aparecer en el cielo. La "astrofísica computacional" permite a los científicos investigar fenómenos que aguardan ser descubiertos, como si uno pudiera fabricar pedacitos de Universo con tan solo una computadora.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 18 de Junio de 1996