Galileo (la nave) sigue adelante


Lanzada al espacio hace mas de once años, la sonda Galileo tenía originalmente programada una misión de dos años de duración dedicada a la exploración del planeta Júpiter y sus lunas. Galileo debía permanecer en órbita alrededor de Júpiter por dos años y, en los distintos encuentros con las lunas del planeta gigante, recabar información acerca de ellas. Se trata de la primera misión de larga duración enfocada a obtener una visión cercana y minuciosa de un planeta de nuestro sistema solar. Para sorpresa de los mismos responsables de la misión, la astronave ha sobrevivido el hostíl entorno joviano por mas de cinco años, soportando niveles de radiación mas de tres veces superiores al que fue diseñado para aguantar. Esto llevó al reciente anuncio de una tercera extensión de la misión de la nave Galileo, cuyo final se ha fijado para agosto del 2003, casi seis años después de la fecha originalmente programada para el final de la misión.

Júpiter es el mayor de los planetas del sistema solar. Alrededor de 1609 o 1610 Galileo Galilei miró este planeta por primera vez con un telescopio descubriendo cuatro lunas, las cuales hoy en día conocemos como las lunas galileanas de Júpiter: Europa, Io, Callisto y Ganímedes. Aun cuando se trata de satélites de este planeta, son objetos comparables en tamaño a los planetas mas pequeños del sistema solar. Ganímedes es mas grande que Mercurio y Plutón y no mucho menor que Marte. Estas lunas han demostrado ser objetos muy interesantes que presentan fenómenos como la presencia de atmósfera propia, la gran actividad volcánica de Io, o la presencia de capas de hielo. La nave Galileo, además de explorar las lunas galileanas, también ha dado nueva luz sobre el propio planeta Júpiter, sus anillos, su poderoso campo magnético y mas de una docena de satélites menores. De hecho la misión Galileo ha rebazado las expectativas. Entre los principales resultados de esta misión destacan:

Uno de los aspectos mas interesantes de la misión Galileo fue el envió de la sonda Galileo, el primer objeto en entrar dentro de un planeta gigante del sistema solar, el 7 de diciembre de 1995. La misión de esta sonda suicida duró 61 minutos, durante los cuales tuvo que soportar lo que muy probablemente fue el peor entorno y maltrato al cual ha sido sometido algun objeto hecho por el hombre. La sonda fue acelerada por el gran campo gravitacional del planeta hasta alcanzar una velocidad de poco mas de 170 mil kilómetros por hora, la mayor velocidad de impacto que haya tenido un objeto hecho por el hombre. En los primeros dos minutos de su entrada a la atmósfera la sonda fue frenada con una acelearación equivalente a mas de doscientas veces su propio peso, al mismo tiempo que recibía la calurosa bienvenida de Júpiter midiendo temperaturas de 14 mil grados centígrados. Además de mediciones de la temperatura, la sonda midió el perfíl de la presión atmosférica (midiendo presiones mayores a las esperadas), la presencia de vientos de mas de setecientos kilómetros por hora, de capas de nubes y la abundancia química, mostrando sorpresas como la de una atmósfera inesperadamente seca (falta de nubes de vapor de agua) e indicaciones de fuertes tormentas eléctricas. Una cuestión abierta es si las condiciones medidas son particulares al sitio de descenso o representativas del planeta.

Dentro de la extensión de la misión de Galileo se ha programado un nuevo encuentro con la luna Gallisto, un sobrevuelo sobre los polos de la luna Io, una primer encuentro con la pequeña luna Amalthea -una de las mas cercanas a Júpiter- para posteriormente adquirir una órbita elongada que lo llevará a culminar la misión en agosto 2003 con un impacto frontal con Júpiter, similar al que tuvo la sonda. A pesar de no haber sido diseñada para un impacto con Júpiter, se espera que la nave podrá proveer información independiente acerca de las condiciones en un sitio distinto al de descenso de la sonda. Cómo sea, es un final digno de una nave que ha superado la imaginación.

Toda la información sobre la nave y la sonda Galileo puede disfrutarse en extenso en la página http://galileo.jpl.nasa.gov/.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 3 de abril del 2001

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