Los incendios vistos desde el espacio


Desde que se iniciaron los incendios en México a finales de Marzo y principios de Abril de este año (1998), investigadores de ciencias de la astmósfera de la NASA han estado monitoreando de cerca los incendios y las pequeñas partículas -llamadas aerosoles- emitidas por los incendios. Mediante un instrumento de propósito específico se obtienen diariamente imágenes de la cantidad de humo presentes en la atmósfera en cualquier parte del mundo. Se trata de un proyecto a largo plazo cuyo objetivo principal es estudiar la Tierra como un sistema global.

Los científicos tienen gran interés en los aerosoles emitidos por los incendios como los que se han producido en nuestro país ya que contribuyen a la contaminación global del aire y entre otras consecuencias pueden impactar la calidad del aire que respiramos. Los incendions empezaron en el sur de México y el norte de Guatemala. a finales de Marzo de 1998. Aunque la mayoría de los incendios empezaron como parte de la quema anual de los campos agrícolas otros se dieron naturalmente debido a las condiciones de sequía extrema. La sequía está asociada con los patrones climáticos de el Niño similares a aquellos que causaron los incendios en Indonesia a principios de este año.

Los aerosoles que conforman el humo pueden afectar la cantidad de energía que llega a la superficie de la Tierra ya sea por reflexión como por absorción de la luz solar. Los aerosoles también pueden actuar como partículas pequeñas de las cuales se pueden formar nubes. Se cree que las nubes que contienen aerosoles reflejan y absorben energía de forma diferente que las nubes formadas por partículas naturales tales como polvo o sal marina.

Al poco tiempo de haberse inciado los incendios se incrementó la cantidad de aerosoles en la región. A mediados de Abril una gran cantidad de humo cubría partes de México con extensiones en Florida, Texas, Nuevo México, California y Wisconsin. La capa de humo era lo suficientemente gruesa que se podía ver a simple vista desde la Tierra y en algunas partes se asemejaba a una especie de neblina.

Debido a las dificultades asociadas a la extinción de los incendios en zonas tan extensas una gran cantidad de humo seguia presente en México hasta hace una semana. El humo tiende a extenderse del nivel del suelo hasta una altitud de aproximadamente tres kilómetros siguiendo los vientos dominantes. A estas altitudes la estructura laminar del viento hace que se generen extensiones del humo que se mueven de oeste a este y de sur a norte. Los pronósticos siguen indicando que habrá pocas lluvias por lo que los científicos creen que el humo se quederá en la atmósfera por mucho tiempo.

Mientras tanto las observaciones espaciales pueden documentar además de los incendios eventos tales como el transporte de cantidades excepcionalmente grandes desde el desierto de Gobi en China atravezando el Pacífico hasta la costa oeste de Estados Unidos asi como el transporte de humo debido a los incendios en Canadá hacia el Pacífico Noroeste. De hecho en un esfuerzo por dar información actualizada de la situación de los incendios en todo el mundo tanto al público como a la comunidad científica, la NASA tiene páginas en internet donde se pueden encontrar resúmenes de la situación prevaleciente y de sus posibles efectos en el cambio climático (ver por ejemplo http://modis-fire.gsfc.nasa.gov/).

Dentro de la comunidad científica se están realizando grandes esfuerzos por cuantificar el área total de bosques y pastos que se incendian cada año para estimar de forma precisa la cantidad de productos emitidos resultantes. Teniendo nuevos y mejores datos los científicos podrán desarrollar modelos de computadora mas robustos que permitan predecir cómo los incendios impactarán el clima, el medio ambiente y la calidad del aire. Para realizar este tipo de estudios es necesario usar información obtenida por varios sistemas de satélite.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 16 de junio de 1998

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