Como funcionan los observatorios astronómicos


Muchos personas que visitan observatorios profesionales modernos se sorprenden inicialmente por la complejidad de los instrumentos que se ponen en los telescopios. Se ven una multitud de cables, computadoras y dispositivos electrónicos, vapor blanco emergiendo de los detectores que se enfrían con nitrógeno líquido, pantallas de computadoras llenas de colores, entre otras cosas. Y en general no hay forma de ver a través del telescopio con el ojo. Parte de esa falta de conocimiento de los instrumentos que funcionan en un telescopio se debe a que los astrónomos profesionales tienden a enfatizar los descubrimientos cósmicos mas que a hablar de las técnicas usadas para lograr tales descubrimientos.

La mayoría de la gente supone que la electrónica y las computadoras están mas asociadas a la radio astronomía, y desde luego, con los programas espaciales. Ciertamente, los radio astrónomos pueden, con justicia, adjudicarse el haber iniciado la revolución electrónica en astronomía. Pero la astronomía moderna hecha desde la tierra en longitudes de onda visible e infrarroja está basada fuertemente en la electrónica y la computación por lo que representa un reto a la vez para los ingenieros profesionales y los físicos aplicados como para los astrónomos. Cualquier astronómo que quiera hacer algo verdaderamente novedoso, en la frontera del conocimiento debe adquirir conocimientos en una amplia variedad de áreas o bien trabajar como miembro de un equipo.

Antes de explicar en mas detalle como es que la astronomía moderna se ha vuelto mas tecnológica quiza valga la pena describir el procedimiento que los astrónomos profesionales deben seguir, tanto en México como en los grandes observatorios del mundo, para obtener una noche de observación en un telescopio.

En los observatorios opticos/infrarrojos del mundo como Mauna Kea en Hawaii, La Palma en las Islas Canarias, Kitt Peak en Arizona, entre otros, asi como en los observatorios nacionales de San Pedro Mártir, Baja California, o de Cananea, Sonora, el acceso a los telescopios se hace de forma competitiva. Para ganar tiempo de observación los astrónomos deben elaborar una propuesta por escrito bien justificada científicamente para que se le permita llevar a cabo su experimento. Las propuestas, que normalmente se presentan dos veces al año, son revisadas por grupos de expertos. Lo mas común es que el tiempo solicitado exceda el tiempo disponible, y algunas propuestas sean rechazadas. Es precisamente porque se deben superar los retrasos debidos a estos procedimientos asi como para optimizar el uso de las condiciones climáticas que la comunidad astronómica mundial invierte grandes esfuerzos en tecnología. Lo anterior lleva consigo la búsqueda de nuevas soluciones costo-beneficio para el diseño y manejo de los telescopio asi como del equipo de medida.

El tiempo de observación es, por lo tanto, díficil de obtener y muy valioso, por lo que es indispensable no desperdiciarlo. También como el telescopio y la instrumentación es muy compleja, el control completo de su operación no puede recaer en un astrónomo visitante que sólo está en el observatorio un par de veces al año. Normalmente, hay un asistente/operador de telescopio que es responsable del control del telescopio, lo que asegura una operación eficiente a la vez que un registro y la preparación del equipo del observatorio. El asistente de telescopio tiene la última palabra en cuanto a seguridad del equipo si, por ejemplo, la velocidad del viento se vuelve muy alta. A veces hay científicos de apoyo, que son astrónomos profesionales, pero que siendo miembros del observatorio están mas familiarizados con la aplicación del instrumento en cuestión y pueden ayudar a los astrónomos que usan por primera vez el instrumento o bien que son observadores ocasionales.

Normalmente el observador llega al observatorio un par de días antes de que empiece la temporada asignada con el propósito de familiarizarse con el equipo asi como empezar a cambiar de horario, ya que se trabaja durante toda la noche. Durante el día va al telescopio y una vez familiarizado con el instrumento, para sentirse plenamente confiados de que entienden la operación del mismo, se llevan a cabo procedimientos de prueba, como son la medida del ruido del detector o calibraciones de las imágenes o espectros. Con todo listo para observar, los astronómos regresan a la residencia del observatorio, donde hay una comida preparada para ellos. Entre una o dos horas antes de que se ponga el sol, los astrónomos regresa al telescopio, normalmente en compañía del asistente para completar los preparativos. Se discute el plan de observación, desarrollado previamente. Se le da la lista de objetos a observar junto con sus coordenadas para que el operador o la operadora los introduzca en la computadora de control del telescopio. Se toman importantes datos de calibración como son medidas de la corriente oscura, o campos planos o espectros de lámparas de comparación.

Conforme el crepúsculo avanza y el cielo se hace mas obscuro empieza la noche de observación propiamente dicha. El asistente moverá el telescopio a la posición del primer objeto de la lista. Cuando el objeto está correctamente centrado en el detector la observación empieza. El lector no debe de pensar que los astrónomos trabajan a la intemperie, en la obscuridad junto al telescopio, padeciendo el frío propio de los lugares altos, donde normalmente se encuentran situados los observatorios. Todo lo contrario, lo largo de la noche el asistente y los astrónomos trabajan comfortablemente en una sala de control con calefacción donde se pueden preparar bebidas calientes para disfrutar de la noche de observación que dura hasta el amanecer.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 31 de octubre del 2000

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