¿Cómo sintonizar civilizaciones extraterrestres?


Era el año de 1967. Jocelyn Bell trabajaba en su tesis de doctorado bajo la dirección de Anthony Hewish, quien tenía interés en estudiar el medio interplanetario y para ello había montado varias antenas dispersadas en un terreno. Las antenas captaban señales de radio producidas por partículas cargadas del medio interplanetario y el experimento estaba diseñado para estudiar las variaciones erráticas de la señal con el tiempo. El 6 de agosto Jocelyn, ya apurada por terminar su tesis, encontró una señal fuera de lo común. Se trataba de pulsos que se repetían rapidamente. Parecia que la señal podría deberse a interferencia de algún aparato en la Tierra pero al estudiarla por varios dias fue evidente que provenía de una posición específica del cielo. Las escalas de tiempo de los objetos celestes son de miles de millones de años, por lo que una señal que variara en poco mas de un segundo era totalmente inesperada. Además los pulsos se repetian con gran regularidad, llegando exactamente cada 1.337 segundos, ni antes ni después. En noviembre Hewish y Bell sabian que habian hecho un descubrimiento inesperado y una de las posibilidades era el contacto con alguna civilización extraterrestre. Aunque hubo bastante actividad en cuanto a identificar lacautela y el descubrimiento no fue reportado hasta dos meses después. El artículo publicado en la revista Nature en febrero de 1968 menciona entre las posibilidades descartadas la de una civilización extraterrestre. Hewish y Bell prefirieron la interpretación de que este objeto celeste, el primer pulsar, era una estrella muy pequeña y muy densa, una estrella de neutrones, rotando muy rapidamente alrededor de si misma. La interpretación resultó correcta y unos años después Anthony Hewish recibió el premio Nobel.

Hoy en día se conocen poco mas de mil pulsares, casi todos detectados en ondas de radio y nadie duda que son estrellas de neutrones. Hay varios indicios que van en contra de lo que se esperaría de una inteligencia extraterrestre. El principal es que la señal de los pulsares no está restringida a una sola frecuencia, como ocurre con las señales de las estaciones de radio, sino que abarca un rango muy amplio de frecuencias. El requerimiento energético de una señal de este tipo (de "banda ancha") es muchísimo mayor que el de una señal restringida a una frecuencia fija (de "banda angosta"). Además, una señal de "banda angosta" puede ser distinguida de la de un cuerpo celeste (como una pulsar o una radiogalaxia), los cuales emiten en rangos muy amplios de frecuencias. Siguiendo la lógica de que las civilizaciones extraterrestres cuentan con recursos limitados (como nosotros), quieren ser encontradas y tienen sentido común, debemos esperar que sus señales vengan en alguna frecuencia fija. Otro argumento que descarta a los pulsares es que la señal, aparte de las pulsaciones regulares, no contiene información. Uno esperaría una señal con variaciones rápidas pero que de alguna manera trajera un mensaje. Si los pulsares no son "hombrecillos verdes", como anotó un poco en bromo Jocelyn Bell, ¿cómo pueden ser las señales de una civilización extraterrestre? ¿en qué frecuencia pueden estar? Y, si tienen recursos similares a los nuestros, ¿qué tan lejos podemos detectarlos?

Nuestra galaxia produce una señal de radio relativamente intensa a frecuencias por debajo de unos cien megahertz y, junto con la radiación del fondo cósmico de microondas (la señal del "big-bang"), hacen que sea dificil detectar señales a frecuencias menores a un gigahertz (mil megahertz). Cualquier civilización extraterrestre en nuestra galaxia enfrenta la misma limitación y por tanto lo mas probable es que transmitan a alguna frecuencia por encima de un gigahertz. Nuestra atmósfera absorbe ondas con frecuecias mayores a 12 o 15 gigahertz, limitando las búsquedas a la banda entre 1 y 12 gigahertz, aun cuando podría darse el caso de civilizaciones transmitiendo a frecuencias mayores.

Un ejemplo de una búsqueda de inteligencia extraterrestre es el proyecto Phoenix, una búsqueda sensitiva de un número limitado de objetivos financiado por el Instituto SETI. Para el proyecto Phoenix, probablemente el mas importante de los programas de SETI, se seleccionaron mil estrellas similares al Sol situadas a menos de 200 años-luz de distancia. Phoenix ha empleado varios de los radiotelescopios mas grandes del mundo, escudriñando mas de dos mil millones de frecuencias entre 1.2 y 3.0 gigahertz, con una resolución de 0.7 hertz. Y aun cuando es posible que este u otro programa de SETI logren algun dia detectar a alguna civilización extraterrestre, el hecho de que en tres décadas no haya habido éxito es un indicio de que la inteligencia extraterrestre, si existe, probablemente no se da en la mayoría de las estrellas.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 29 de mayo del 2001

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