Mercurio, el de los pies alados


Dentro de la mitología griega Mercurio era el mensajero de los dioses, que al tener alas en los pies se movía rápidamente. A esto se debe la identificación de Mercurio con el planeta del mismo nombre: Mercurio es el planeta que vemos moverse mas rápidamente en el cielo. No se trata de un efecto aparente, Mercurio es el planeta que mas rápidamente gira alrededor del Sol, a una velocidad de 48 kilómetros por segundo, mientras que la Tierra lo hace a unos 30 kilómetros por segundo. Esto, junto con su cercanía al Sol, hacen que el año de Mercurio sea de tan solo 88 días (terrestres), mucho mas corto que el nuestro. Por otro lado, un día de Mercurio, es decir el tiempo que tarda en girar alrededor de su propio eje, es de 58 dias terrestres. Es decir que el año de Mercurio corresponde a uno y medio "días mercurianos". Ahora, si ponemos a un objeto a darle vueltas a otro en lo que tarda en darse una y media vueltas alrededor de si mismo, podremos darnos cuenta de que para alguien parado en Mercurio el Sol vuelve a salir exactamente cada dos años!

Debido a que un punto dado de la superficie de Mercurio ve al Sol continuamente durante 176 días (terrestres) y después deja de verlo por el mismo lapso de tiempo, la temperatura en el lado de día es muy alta, unos 430 grados centígrados, mientras que en el lado de noche es bajísima: -180 grados centígrados. Es decir, mas de 600 grados de diferencia. Este contraste no se debe solo a la proximidad del Sol y al movimiento de rotación de Mercurio, sino también a la ausencia de una atmósfera que ayude a conservar y repartir en el planeta el calor del Sol, como sucede en la Tierra y, en forma exagerada, en Venus. Las atmósferas de los planetas, además de guardar y repartir el calor solar, protegen de la caída de meteoritos a la superficie, ya que estos se queman al entrar rápidamente a dicha atmósfera. La falta de atmósfera en Mercurio hace que este planeta se parezca bastante a la Luna, que también carece de una atmósfera apreciable: ambos objetos están llenos de cráteres causados por la constante caída de meteoritos. Si la Tierra no tuviera atmósfera también caerían muchos meteoritos y estaría llena de cráteres, aunque tampoco estaríamos aquí para percatarnos.

Siendo el planeta mas cercano al Sol, siempre vemos a Mercurio cerca de nuestra estrella, y por lo tanto solo es posible verlo justo al anochecer o poco antes del amanecer, siempre muy cerquita del horizonte. De hecho, visto desde los trópicos, cuando Mercurio está del lado del anochecer se mete tras el horizonte en un par de horas cuando mucho, mientras que si está del lado del amanecer saldrá cuando muy temprano un par de horas antes de la salida del Sol. Esto hace que, de los planetas visibles a simple vista, Mercurio sea el mas díficil de ver: se dice que en parte por su movimiento, y en parte por el nublado clima de Europa, Copérnico, uno de los astrónomos mas famosos de todos los tiempos, nunca pudo ver Mercurio.

Solo Mercurio y Venus giran mas cerca del Sol que la Tierra, por lo cual de cuando en cuando estos planetas se interponen entre nosotros y el Sol, así como lo hace la Luna en los eclipses. Pero, debido a que estos planetas giran alrededor del Sol y no alrededor de la Tierra, llamamos a estos fenómenos "tránsitos", en vez de eclipses. Se dan uno o dos tránsitos de Mercurio cada siete años, pero estos, a diferencia de los eclipses, pasan desapercibidos ya que, mientras que la Luna logra bloquear toda la luz del Sol, Mercurio solo tapa 32 millonésimas del disco solar. Sin embargo, entre principios del siglo XVII y finales del siglo XIX, los astrónomos estudiaron con bastante detalle los tránsitos de Mercurio y Venus. En el siglo XIX, uno de ellos, Urbain LeVerrier, descubrió a partir del estudio de los tránsitos de Mercurio que su movimiento alrededor del Sol no podía explicarse por completo por las leyes de la física que se conocían en aquel entonces, la mecánica de Newton, que predice que los planetas giran alrededor del Sol siguiendo una elipse. LeVerrier encontró que la elipse que describe Mercurio alrededor del Sol a su vez gira lentamente. Esta anomalía solo pudo ser explicada hasta que Albert Einstein formuló la teoría de la relatividad general, en 1915. Este fué de hecho uno de los triunfos mas espectaculares de esta teoría, que explica el por qué la elipse de la órbita de Mercurio gira también alrededor del Sol, tardándose a su vez unos tres millones de años, lo cual es en realidad bastante lento, en particular tratándose de Mercurio, el planeta de los pies alados.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 12 de Marzo de 1996