El Sol, nuestra estrella


De los objetos del firmamento, el Sol es sin duda el que mas influencia tiene sobre nosotros. Es la fuente de energía que permite nuestra existencia. El Sol no solo domina el cielo durante el día: durante la noche la Luna y los planetas brillan al reflejar la luz solar hacia nosotros. Si el Sol se apagara dejarían de brillar la Luna y los planetas.

La presencia del Sol se manifiesta no solo a través de la energía que emite. El Sol contiene 99.99% de la materia del sistema solar y por ello los planetas giran alrededor de él. Newton, en el siglo XVII, logró deducir las leyes de la mecánica y la gravitación universal, que rigen el movimiento de los astros. De acuerdo a estas leyes un objeto con menos materia (o masa) gira alrededor de otro mas masivo: así la Luna gira alrededor de la Tierra y la Tierra alrededor del Sol. De hecho el sistema solar completo gira alrededor del centro de la Galaxia en un recorrido que dura unos 250 millones de años.

El Sol es una estrella común y corriente: hay otras estrellas mas grandes, mas pequeñas, mas calientes y mas frías. Su importancia para nosotros se debe a su cercanía: Próxima Centauri, la siguiente estrella mas cercana, está 15 millones de veces mas lejos de nosotros que el Sol; Sirio, la estrella mas brillante de la noche, nos proporciona 10 mil millones de veces menos energía que el Sol. Por la misma razón es natural que gran parte de nuestro conocimiento acerca de las estrellas en general proviene del estudio del Sol.

En el siglo pasado se había planteado la posibilidad de que el Sol brillara al contraerse bajo su propio peso. Sabemos que un gas en contracción, por ejemplo el gas dentro de los pistones de un motor de automovil, se calienta. En forma análoga, las partes internas del Sol bien podrían mantenerse calientes al ser aplastadas por regiones mas externas y de esta forma producir la energía solar. Sin embargo, los físicos del siglo pasado pudieron demostrar que de esta manera el Sol brillaría como lo vemos nada mas 10 millones de años. Dado que la Tierra tiene 4600 millones de años era necesario buscar alguna otra explicación para el mecanismo de produción de energía.

El mecanismo mediante el cual brilla el Sol, y las demás estrellas, fué descubierto durante la primera mitad de este siglo: la energía nuclear. Mientras que la temperatura en la superficie del Sol es de unos unos 5600 grados centígrados, en el centro es de alrededor de 15 millones de grados. Estas altísimas temperaturas dan lugar a reacciones nucleares en las que átomos de hidrógeno se juntan para formar helio y "de paso" producir energía. De hecho el núcleo del Sol es una enorme bomba de hidrógeno mantenida bajo control por el peso de las capas externas de la estrella. De esta forma la "explosión" ha durado unos de 5 000 millones de años y probablemente durará otros 10 000 millones de años mas. Esta es la diferencia principal entre un planeta y una estrella: las estrellas tienen "un reactor" que las hace brillar mientras que los planetas no tienen suficiente materia para producir en sus interiores reacciones nucleares.

Una de las condiciones para que un planeta pueda desarrollar vida elaborada tal y como la conocemos es que la estrella que le brinda luz y calor viva suficiente tiempo. Existen muchas estrellas que solo viven unos cuantos millones de años, asi que aunque estuvieran rodeadas por planetas no permitirían que la vida evolucionara en ellos. Somos por lo tanto muy afortunados de vivir en un planeta cuya estrella madre, nuestro Sol, ha vivido tiempo suficiente para que se desarrollara la vida.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 27 de febrero de 1996