La llegada del año 2000 despertó un renovado interés en la cuestión del tiempo. Varios sitios de Internet tenian pequeños relojes con la cuenta regresiva al año 2000, y de hecho hay algunos (como por ejemplo http://www.timeanddate.com/ y http://www.greenwich2000.com/) con relojes en línea con cuenta regresiva al siglo XXI (que empieza el 1 de enero del año 2001). Algunos de estos sitios Internet estan conectados a relojes atómicos, los instrumentos de mayor precisión con que contamos para la medición del tiempo. El tiempo ha sido siempre una cuestión de profundo interés en astronomía: en el pasado porqué la medición del tiempo se hacía mediante observaciones astronómicas; hoy en día porqué el tiempo y el Universo probablemente tengan un mismo origen.
Entre los descubrimientos científicos mas trascendentes del siglo XX está el de la expansión del Universo. La evidencia principal acerca de esta expansión es la recesión de las galaxias enunciada en 1929 por Edwin Hubble. Hubble mostró que las galaxias se alejan unas de las otras, y que las que estan a mayor distancia se alejan mas rápidamente. Esto puede explicarse si el Universo en su conjunto está expandiendose. Posteriormente, en 1965, Arno Penzias y Robert Wilson descubrieron el fondo de radiación de microondas, el cual (creemos) es el remanente de la Gran Explosión en la cual se originó el Universo. La tercera evidencia fuerte a favor de la expansión del Universo proviene de su composión química. El consenso en la comunidad científica es que vivimos en un Universo en expansión.
Si el Universo está en expansión, entonces podemos "echar para atrás la película" e imaginarnos el instante en el cual toda la materia estuvo concentrada en un solo punto. Este instante viene siendo el "nacimiento del Universo" y "el inicio del tiempo". Sabemos como fue bajando la temperatura del Universo con el tiempo, por lo que podemos -echando la película para atrás- hacer una inferencia burda de las etapas mas tempranas del Universo. Creemos saber como era el Universo cuando su edad era apenas una millonésima de millonésima (0.000000000001) de segundo, ya que las condiciones pueden inferirse de los estudios que se han realizado en los mayores aceleradores de partículas. La física de partículas nos permite saber algunos desarrollos del Universo incluso para tiempos por debajo a este valor. Nuestra ignorancia es absoluta para tiempos menores al llamado "tiempo de Planck", igual a 0.00000000000000000000000000000000000000000001 segundos (cuarenta y dos ceros después del punto decimal).
Antés del descubrimiento de la recesión de las galaxias ya había sido planteado la cuestión de la "fecha de la Creación". Mientras San Agustín estimó que esta occurió en el año 5500 antes de Cristo, Kepler y Newton la fijaron mas cercana a 4000 A.C. Partiendo de estas estimaciones James Ussher, obispo de Armagh, Irlanda, concluyó que el tiempo inició "...en la noche que precedió al 23 de octubre del año 4004 A.C.". Hoy sabemos que la Tierra tiene una edad de 4500 millones de años y los estudios recientes de la tasa a la cual se expande el Universo, como los del telescopio espacial Hubble, convergen en situar la edad del Universo en unos 14 mil millones de años. Por otro lado, al parecer no hay suficiente materia en el Universo para detener su expansión, lo cual indica que esta continuará para siempre. Si esto último resulta ser correcto, no habrá un "final del tiempo".
Con frecuencia se plantea la pregunta de que hubo "antes" de la Gran Explosión. Nuestra percepción del tiempo dificilmente acepta que no exista un "antes". Pero estudiosos de las primeras etapas del Universo, como Stephen Hawkings, hacen una analogía entre el "primer instante" y el Polo Norte: preguntar "¿qué hubo antes que la Gran Explosión?" es como preguntarse "¿qué hay al mas al Norte del Polo Norte?". Sencillamente no existe el "antes" de ese primer instante. Hace varios siglos San Agustín respondió a la pregunta "¿Qué hizo Dios antes de crear al Universo" diciendo que el tiempo es una propiedad del Universo creado por Dios, y que no existía antes de la Creación. A pesar del enorme avance de la ciencia, hoy no sabemos mucho mas acerca de la naturaleza del tiempo de lo que se sabía en los tiempos de San Agustín.