Andrómeda y las nubes de Magallanes


Desde principios de siglo se sabía que el Sol y todas las estrellas que podemos ver a simple vista forman parte de la Vía Láctea, nuestra galaxia (Síntesis, 23 de enero de 1996), la cual agrupa a unas 100 mil millones de estrellas. Sin embargo, ya entonces existía la duda acerca de si la Galaxia, la gigantesca ciudad en que vive nuestra estrella (el Sol), contenía a todos los objetos celestes y por lo tanto la Galaxia y el Universo eran la misma cosa. Si bien se sabía que las estrellas eran parte de la Vía Láctea, faltaba por determinar si los distintos tipos de nebulosas, como Andrómeda y las nubes de Magallanes, estaban también dentro de ella.

Las nubes de Magallanes son objetos de los cielos del Sur. Mientras que la nube menor solo puede verse en el hemisferio sur, la nube mayor, varias veces mas extensa que la Luna, es en principio visible desde Puebla: logra asomarse unos 10 grados por encima del horizonte en invierno. Sin embargo, en la práctica resulta imposible verla debido a por lo menos tres motivos: su brillo difuso, el fondo brillante del cielo de la ciudad y a que la atmósfera absorbe mas la luz de los objetos cercanos al horizonte que de aquellos situados cerca del cenit.

Alrededor de 1920 quedó establecido que las nubes de Magallanes son en realidad objetos externos nuestra galaxia, aunque bastante cercanos. Así la nube mayor se halla a 170,000 años luz de la Vía Láctea, que a su vez mide 100,000 años luz. Se cree que las nubes de Magallanes son satélites de nuestra galaxia, en parte por su cercanía relativa y en parte por su menor tamaño: entre las dos nubes contenien menos de 20% del número de estrellas de nuestra galaxia. Mientras que la Vía Láctea es una galaxia con una forma espiral bien definida, la nube mayor de Magallanes tiene una estructura espiral mas irregular, mientras que la nube menor carece de forma definida. Se piensa que esto se debe probablemente a que la fuerza que ejerce nuestra propia galaxia sobre la nube menor tiende a separar las distintas componentes de esta, y por lo tanto a romperla. Si bien la nube menor ha podido resistir el embate de nuestra galaxia, los astrónomos han podido observar algunas evidencias del daño que ha sufrido.

Uno de los eventos astronómicos mas sobresalientes de este siglo fue la explosión de una supernova en la nube mayor de Magallanes en febrero de 1987. Se trató de la primera supernova visible a simple vista en 383 años, de hecho la primera desde la invención del telescopio. Desde el momento de su descubrimiento ha sido investigada con detenimiento y los astrónomos han podido obtener información única sobre este proceso, en el cual una estrella de gran tamaño termina su vida brillando como miles de millones de estrellas al explotar y arrojar su materia al espacio.

Los astrónomos de los años veintes no quedaron muy satisfechos con un Universo constituido de una galaxia mayor, la nuestra, y dos satélites. Muchos de ellos tenian la sospecha de que el Universo era mucho mas vasto. Un objeto del hemisferio norte que podría bien ser ajeno a la Vía Láctea era la gran nebulosa de Andrómeda, otro objeto de los cielos de invierno. Si bien la localización en el cielo de Andrómeda permite verla a menos de 30 grados de cenit, se trata de un objeto débil que solo puede verse en los cielos oscuros del campo o la montaña. Sin llegar a ser tan espectacular como las nubes de Magallanes, Andrómeda es practicamente la única nebulosa visible a simple vista para la gran mayoría de los habitantes del planeta. Andrómeda, quien en la mitología griega fuera encadenada por su hermano Ceféo y posteriormente liberada por Perseo, es uno de los objetos astronómicos de los que mas hemos aprendido.

Edwin Hubble, uno de los astrónomos mas sobresalientes de todos los tiempos, y cuyo nombre lleva el telescopio espacial, demostró que Andrómeda es efectivamente una galaxia aparte de la nuestra. La distancia entre la Vía Láctea y Andrómeda resulta ser de mas de dos millones de años luz, es decir mas de diez veces mayor que la distancia a las nubes de Magallanes. Gracias al descubrimiento de Hubble, quedó establecida la existencia de otras galaxias y el Universo conocido dejó de estar limitado por a nuestra galaxia. De hecho Andrómeda, con mas de 400 mil millones de estrellas, es cuatro veces mayor que la Vía Láctea: se trata de una de las galaxias espirales mas grandes que se conocen.

La Vía Láctea, Andrómeda y las nubes de Magallanes forman parte de un grupo de 30 galaxias denominado "el grupo local" que abarca unos 10 millones de años luz. El grupo local esta dominado por Andrómeda, la Vía Láctea y M33, otra galaxia espiral con un tamaño un poco menor que la mitad del de nuestra galaxia. La mayoría de las galaxias del grupo local son de forma elíptica y contienen menos de un milésimo del número de estrellas que tienen Andrómeda, la Vía Láctea o M33. De hecho, después de estas tres galaxias, las nubes de Magallanes resultan ser las mayores del grupo.

En las décadas de los treintas y cuarentas quedó establecido que el Universo es miles de veces mayor de lo que se pensaba. El primer paso en este cambio de nuestros conceptos fué el demostrar que el Universo no termina en la Vía Láctea y que existen miles de millones de galaxias. De todas estas solo hay tres que podemos ver a simple vista: las nubes de Magallanes y Andrómeda, los objetos mas lejanos que el ojo humano puede percibir.


Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 30 de enero de 1996